martes, 18 de marzo de 2014

Nuestra Palabra*


Compañeros, compañeras, pueblo unido en la lucha, reciban un saludo de nuestra parte. 

Aquí estamos una vez más, hoy decidimos hablar para dejar de lado la calumnia y la falsedad, sabemos que es imposible construir un mundo nuevo basado en la mentira y el engaño. Sepan que nuestra lucha como la de ustedes es por la unión de los pueblos, la conciencia y el despertar de nuestra capacidad creativa. 

Nuestra lucha es con la tierra y por la tierra, por nuestra historia y contra la iniquidad. La revolución que queremos no obedece a la imposición de tal o cual candidato, ni depende o del personaje en el poder, porque el cambio de amo no significa el bienestar y la felicidad del pueblo mexicano. Creemos que la revolución no necesariamente debe encarnar en el derramamiento de sangre y la violencia, queremos dejar en claro que estamos por la paz pero con justicia y dignidad. En su lugar proponemos una revolución de la vida cotidiana, un cambio de actitud que inicia en nosotros y se expresa en la relación con nuestros semejantes, proponemos la coherencia entre acción y pensamiento, entre fines y medios. 

Los que conocemos el hambre, la represión y la injusticia no necesitamos que nos digan cómo llevar a cabo nuestra lucha, tenemos la fuerza, el coraje, la valentía para defender lo que hemos construido y asumimos todas las consecuencias de su defensa.

Compañeros, compañeras que el miedo no los confunda llevamos este pañuelo rojo como símbolo de apoyo y solidaridad con las distintas luchas en nuestro país. Cubrimos nuestros rostros no por miedo, sino porque nuestro rostro no es lo importante si no la lucha en la que enfocamos nuestros esfuerzos; como protesta por el oprimido y por la libre expresión Si tapamos nuestras caras es porque no tenemos identidad, somos todos y todas los que no tienen cabida, los jóvenes, las amas de casa, el indígena, el obrero, el desempleado, el trabajador del campo y la ciudad, y en general aquel que no encuentra lugar en este sistema de control y exclusión.

Digna y orgullosamente levantamos el machete como símbolo del trabajo y la conexión con la tierra, lo levantamos por las tradiciones, los movimientos indígenas, obrero-populares y campesinos en su lucha por autonomía y autogobierno en todo México, porque todos estamos en la misma lucha. Atenco, Wirikuta, Cheran, Oaxaca y Chiapas, los Cucapa, Kiliwa, Pai pai, los mineros en Cananea y Lázaro Cárdenas, el movimiento Yo Soy 132, en fin todos y todas representamos la misma energía en resistencia contra lo que desde fuera y desde arriba nos quieren imponer. 

Hoy recordamos a los compatriotas que lucharon en la revolución mexicana codo a codo, y reafirmamos que nuestra lucha no es por el gobierno sino por la construcción de un país de todos y para todos. Nuestra lucha es por reconstruir la comunidad mexicana, no imponiéndonos sino dialogando, participando y no suplantando, es decir servir y no servirse en este proceso. 

Que la luz surja en nosotros, luchemos orgullosos y seguros de cada uno, de nuestra tierra, de nuestra historia y de nuestra cultura. Compañeros nuestros abuelos predijeron que este sol acabaría, sepamos que esto será así, pero también sepamos que otro nuevo ha empezado, un nuevo Sol que late ya en nuestros corazones y que nos impulsa a construir otro mundo, otra tierra, de justicia y de amor y libertad. 

¡Contra el miedo y las divisiones causadas por ideologías caducas!
 ¡Por la unidad y la lucha organizada desde las calles!
 ¡Por la Autonomía, Autogestión y Autogobierno de los Pueblos en todo el Mundo! 
¡Para Todos Todo, Viva Tierra y Libertad! 


*Leído en octubre del 2012 durante mitin contra la imposición de EPN.