lunes, 13 de abril de 2015

San Quintín: ¡La Lucha Sigue! (4)... La infamia silenciada.




Por décadas la condición de semi-esclavitud de jornaleros en el extenso Valle de San Quintín fue un secreto a voces, o simplemente un tema interesante de investigación para los integrantes de la academia “crítica” y “consciente”.

Sin embargo, el polvorín en el que la riqueza de unos cuantos se ha fincado ha terminado por incendiarse en sus manos. No se sabe hasta qué punto la lucha social iniciada en San Quintín vaya tener repercusiones en cambios sociales que rompan con el actual sistema de explotación y autoritarismo, no obstante la lucha no puede ser cuestionada por su legitimidad.

Mucho menos si consideramos la precarización a las que miles de jornaleros han sido conminados por generaciones.

Por años el sistema político mexicano en su conjunto, con todas sus instituciones y organismos no ha hecho más que guardar silencio sobre la condición de los jornaleros en el valle de San Quintín Baja California.

Más allá de esta condición, la zona solo ha sido para ellos motivo de promoción en inversiones privadas y equipamiento público, en infraestructura, para así aumentar la capacidad productiva e incentivar la inversión extranjera, a base de condiciones infra humanas de vida para los jornaleros.

Para el gobierno y la inversión privada el valle no es más que un centro estratégico de distribución de mercancías agrícolas hacia los Estados Unidos y hacia los mercados asiáticos; además, entrelineas en el mundo de la producción se sabe que San Quintín es uno de los paraísos de la sobre explotación laboral.

Paradójicamente con los beneficios promocionados por el gobierno y la inversión en infraestructura para las empresas de productores agrícolas, para los jornaleros no existe más que pobreza extrema, condiciones insalubres de trabajo, acoso y abuso sexual a las mujeres, explotación infantil, esclavitud, trata de personas y nulo acceso a seguridad social.

La Alianza Nacional, Estatal y Municipal de Organizaciones por la Justicia Social, instrumento de lucha de los jornaleros en huelga, indica que son 13 empresas las cuales otorgan pésimas condiciones laborales hasta el punto de esclavizarles. Entre ellas se encuentra Agroindustriales del Valle de San Quintín, Hermanos Rodríguez, Santa María de los Pinos, Compañías Valladolid y Aragonés Compañías Sabino Becerra y Felipe Ruiz, Los Aragón, Librado Heredia, Empaques los Martínez, El Capricho, El Rey de los Chícharos, Viva Orgánica, Compañía Mendoza Delgado, Driscolls.

Estas empresas por el impacto económico han adquirido una influencia en la política, otras más son parte de familias que por años han estado relacionadas estrechamente con el poder político en México.

El caso de la familia Rodríguez y el Rancho Los Pinos es emblemático, ya que uno de sus dueños Antonio Rodríguez se ha beneficiado de la política por años y en su momento incluso fungió como Secretario de Desarrollo Agropecuario.

Por ello, no extraña la relación de políticos con estas empresas, incluso se dice que algunos políticos son inversionistas dentro de la empresa de los Rodríguez. Se dice que Ernesto Zedillo guarda estrecha relación con dicha familia, lo mismo que Felipe Calderón, e incluso el propio Peña Nieto en sus giras de trabajo en la región ha aterrizado con su helicóptero en dicho rancho.

De igual modo, por la cercanía al equipo de Calderón, Kiko Vega de la Madrid no ha fungido sino como perro guardián de las empresas y negocios mal habidos que se realizan en San Quintín.

Entendiendo la cercanía de la clase política y empresarial, no solo de Baja California, sino de México y los Estados Unidos, podemos comprender como en este México Bárbaro, aún existen cacicazgos y componendas que se callan y se intentan mantener tras bambalinas como en las mejores épocas del porfirismo.


Peor aún las condiciones no solventadas de la revolución de 1910, nos llaman a no claudicar, a no callar y a echar abajo a todos los partidos, empresarios e instituciones que se enriquecen a costa del pueblo mexicano. 

sábado, 11 de abril de 2015

San Quintín: ¡La Lucha Sigue! (3)... El fin de la "paz" bajacaliforniana.

El proyecto bracero, así como el Proyecto Nacional Fronterizo y el Programa de Industrialización de la Frontera sucesivamente permitieron que desde los 50´s se generara un detonante económico para la región, que se tradujo en oportunidades de empleo y posibilidades de obtener tasas de ganancia generosas para las empresas y pleno empleo para los trabajadores.

Paraíso de la explotación laboral.

En adelante Baja California seria visto por mucha gente del resto del país como una zona de oportunidad no solo de encontrar una vida con mayor “bienestar”, sino también como una oportunidad para brincar a lado norteamericano donde las condiciones y expectativas de vida sobrepasarían por mucho a las obtenidas del lado mexicano.

Estamos hablando de que entre las décadas de los 50´s, 60´s y 70´s, permaneció una dinámica económica que perduró hasta el resto de los 80´s, 90´s y que comenzaría a declinar a principios del nuevo milenio.

Es por todos sabido que la región es productora de energía eléctrica por la Planta Cerro Prieto y La Rosita, además de que en forma eólica se produce en La Rumorosa, energía que en su mayoría tiene como destino el uso comercial y doméstico en el estado norteamericano de California.

Extractvismo y despojo desde antes del neoliberalismo.

Paradójicamente la ciudad de Mexicali con altas temperaturas y con exigencia de uso obligado de aire acondicionado y refrigeración de todo tipo, es una de las ciudades con más alto precio por kilowatt.

Es curioso que incluso el narcotráfico haya sido un factor de la bonanza político económica que vivió la región hasta finales de los 90´s. Incluso dicha bonanza neoliberal experimentada en la propia Baja California logro desarticular lo que un día fueron movimientos sociales con extensión en el resto del país, me refiero al Movimiento Urbano Popular, la Liga 23 de Septiembre, y otras organizaciones que en su momento quedaron absorbidas en el Pri Gobierno y posteriormente opacadas en la época Panista.

No debemos olvidar que Baja California ha sido un bastión del panismo empresarial e incluso dominan desde hace mucho no solo la infraestructura universitaria sino también en las conciencias estudiantiles que viven en su mayoría apabulladas por el consumismo imperante en la zona y la enajenación que parece ser mayor entre más cerca te encuentres de los Estados Unidos.

Elorduy: cacique panista de Baja Calilfornia.

Recordemos que Baja California fue el primer estado entregado a un gobernador panista, Ernesto Ruffo Appel, por el desde entonces presidente Carlos Salinas de Gortari.

Sin embargo la bonanza de la que hablábamos se vendría abajo al mismo tiempo que la burbuja especulativa de los Estados Unidos en 2008, echando abajo proyectos tan ambiciosos como el Puerto de Punta Colonet en Ensenada y el Silicon Border en Mexicali, dos grandes proyectos que significaban grandes negocios para las elites locales.

A partir de entonces lo que un día fue una zona de tolerancia fiscal, sería  insostenible para el gobierno federal ante un país en el que se necesitaban serias reformas para reestructurar el sistema jurídico y por consecuencia el económico.

En la actualidad no existen más zonas de tolerancia fiscal en el estado, el pequeño comercio se encuentra en franca retirada ante las cadenas nacionales e internacionales y la propiedad de la tierra en los minifundios establecidos por Lázaro Cárdenas se han ido paulatinamente transformando en latifundios después de las reformas al 27 realizadas por Salinas, generalmente en manos de consorcios extranjeros o vendidas ante la caótica expansión urbana de los distintos municipios de Baja California.

Contrario a lo que se piensa, en Baja California existe un desequilibrio económico marcado por altos porcentajes de la población en marginación y en condiciones de precariedad. Un alto porcentaje labora en la maquila, otro tanto en el comercio y otro más en los campos, aunque en este último en su mayoría son espacios destinados a la migración interna del país, principalmente de personas provenientes de Oaxaca, Guerrero y Chiapas.

La mayoría de los jornaleros viven en condiciones de esclavitud.

Entre las clases subalternas prevalecen los bajos salarios y estilos de vida contradictorios que estriban entre nulo acceso a servicios dignos de salud y vivienda, entre otros y acceso a consumo tecnológico como televisión de paga, celular e internet.

Además culturalmente la sociedad bajacaliforniana en general se encuentra permeada por estilos de vida que ridículamente intentan copiar del modo californiano, y prevalece la opinión de que nuestra condición es totalmente distinta a la del resto del país.

UABC: templo del pensamiento acrítico y quejumbroso y de la pasividad.

Esta percepción ha ido modificandose a partir del 2012 y sobre todo ante los primeros efectos de las reformas estructurales del gobierno de Peña Nieto, tiende a transformarse en pequeños espacios y sobre todo en el ámbito de las redes sociales y las micro resistencias y movimientos que como el de San Quintín han surgido en los últimos meses. Ayotzinapa ha sido como en el resto del país un detonante en esta situación.

El nacimiento del movimiento autónomo.
Se manifiesta la solidaridad como parte del instinto revolucionario de la multitud.

San Quintín: ¡La Lucha Sigue! (2)... Baja California o “Baja” como les gusta a los gringos.

Juarez firmo el tratado Mclane-Ocampo para que apoyaran su gobierno.

Todo se remonta a la época del Benemérito de las Américas, cuando el  icono de la masonería “nacionalista” concesionó al gobierno de los Estados Unidos parte de la Baja California, para establecer en ellas colonias donde estas constituirían su propias instituciones y formas de organización social, al margen del gobierno mexicano y por encima de las comunidades indígenas establecidas en la zona como legítimos posesionarios del territorio Cochimí- Guaycura.

La Lower California Company sería una de las muchas beneficiarias que en lo sucesivo vendrían a obtener la posesión efectiva y el control del territorio baja californiano.

Lo que establecería Benito Juárez como territorios sujetos a la enajenación, se fijaría como un plan inmanente al sistema político económico que perdura hasta la fecha.

Miles de atropellos han sucedido en relación con la tierra, el propio Porfirio Díaz otorgó a uno de sus compadres Guillermo Andrade la totalidad del valle de Mexicali, el cual la ofrecería a empresas norteamericanas ligadas a la burguesía de californiana.

Se sabe que la incursión de Magonistas en la Baja California se encontraba infiltrada por agentes que pretendían la venta y compara de la península por parte de los Estados unidos.

Lazaro Cárdenas durante reparto de tierras en Baja California.
Incluso el propio Lázaro Cárdenas no resistió la tentación de obtener grandes territorios para preservar el clientelismo obrero campesino en el sur de México, para lo cual asesino a miles de personas nativas, desapareciendo con ello tribus enteras, y dejando estas tierras en manos de individuos que engrosaban las filas de organizaciones clientelares.

La Baja como gustan llamarla los gringos, es uno de los paraísos donde jóvenes y viejos norteamericano gustan pasear. Poco a poco el capital extranjero a ganado peso en las decisiones políticas y económicas de la región.

Se sabe que en Baja California el 90% de las playas se encuentran concesionadas a extranjeros, el 8 % de la superficie total de la península se encuentra en manos de las empresas mineras y con la reforma energética las elites empresariales ya se lamen los bigotes ante la posibilidad de realizar excavaciones para el fracking.

De igual modo las condiciones laborales y de precarización social son más que evidentes, en un estado donde la maquiladora y los campos agrícolas son las principales fuentes de empleo, por supuesto, con salarios que rayan en la miseria.

San Quintín: ¡La Lucha Sigue! 1


Inicia la marcha del 10 de abril en Vicente Guerrero Baja Califonia.

Los compañeros huelguistas se mantienen en campamentos permanentes.

Los huelguistas se enfrentan no solo a su enemigo de clase sino tambien ante esquiroles y una parte de la población

Al grito de ¡Zapata Vive, la Lucha Sigue!, miles de jornaleros en San Quintín Baja California, en su mayoría indígenas, se lanzaron a las carretas a manifestar su repudio contra las desinformación lanzada por el gobierno estatal encabezado por Kiko Vega.

Además con el fin de demostrar que la huelga en los campos sanquintinenses aún sigue en pie de lucha se han desplegado las banderas rojinegras, iniciando con ello una marcha kilométrica iniciada en el poblado Vicente Guerrero hasta San Quintín y del Rosario hasta ese mismo poblado.

A 96 años del aniversario luctuoso del General en Jefe del Ejército Libertador del Sur Emiliano Zapata, queda de manifiesto que las mismas exigencias que levantaron a miles de campesinos en torno a los zapatistas en 1910 aún siguen vigentes y que la represión, el hambre, la miseria y la continua precarización social exigen la conclusión de una revolución que quedó suspendida en el tiempo, institucionalizada y subyugada ante una clase política y empresarial aun enquistada en el gobierno.


Pareciera que lo que sucede en San Quintín Baja California es un hecho aislado en un estado que en la opinión pública es uno de los más prósperos; sin embargo, dicha opinión es entendible si comprendemos el contexto en el cual la Baja California ha prevalecido como uno de los lugares del país donde la normalidad democrática y la paz fluyen como en los mejores lugares del país del no pasa nada.



Un Espectro recorre Baja California.

Zapata Vive la Lucha sigue!!





lunes, 23 de marzo de 2015

Solidaridad con los Jornalerxs de San Quintin, Baja California!

Baja California   a 17 de marzo del 2015
 
A los/las jornaleros/as en huelga.
A los colectivos, grupos, organizaciones en lucha.
Al pueblo de Baja California, de México y el mundo.
A los medios de comunicación

Desde hace décadas que se sabe de las injusticias que sufren lxs Jornalerxs de las  delegaciones del Sur de Ensenada: Bajos salarios, sin prestaciones laborales, sin seguro social, sin derecho a la atención médica, sin derecho a percibir salario por incapacidad médica como en el caso de las mujeres embarazadas, sabiendo que incluso hay ranchos donde tienen trabajando a familias enteras encerradas, comprando en tiendas de raya y viviendo en condiciones de alto grado de marginación social, institucional y geográfica.

 Los abajo firmantes, ante la decisión valiente de organizar desde hace meses y proponer la huelga, así como el bloqueo de la carretera y demás acciones que ejerzan para presionar a que se les escuche y se les cumplan sus legítimas demandas para tener un mayor salario y mejores condiciones de trabajo y de vida digna, nos solidarizamos con su lucha y les queremos expresar nuestro respeto y respaldo así como el ofrecimiento de nuestro apoyo si es requerido.

 Ante este acontecimiento y debido a que en estos eventos se generan múltiples actos de represión: asesinatos, desapariciones, torturas, hostigamientos, golpizas, amenazas, persecuciones, exigimos que se respeten en todo momento las garantías individuales y respeto a los derechos humanos. Por otra parte, admiramos la valiente lucha que están dando, sabemos que ponen en riesgo su vida, sabemos que organizar la lucha requiere de un esfuerzo enorme, sabemos que es arriesgado exigir a quienes en realidad no les interesamos las personas de abajo, porque al final traicionan y sin embargo hay que luchar y hay que exigir, por eso estamos solidarios y exigiendo que las autoridades de los tres niveles hagan efectiva sus demandas.

SOLIDARIAMENTE:
#YoSoy132Ensenada, Coordinadora de Mexicali por Ayotzinapa,  INGAPE Tijuana, INGAPE Baja California, Colectivo Estudiantil Cimarrones, Solidaridad, Apoyo mutuo y Acción directa, Colectivo Mujeres Tierra, Pañuelos Rojos, Grupo Semilla del Fractal, TJ Mujeres en Resistencia, Colectivo Tijuana por Ayotzinapa, Grupo de Defensores del Parque Benito Juárez, Colectivo El Huerto.




 “Cuando el pueblo se levante por pan, libertad y tierra
temblarán los poderosos de la costa hasta la sierra”

 PLIEGO PETITORIO DE LAS/LOS JORNALERAS/OS EN HUELGA:

 1._Revocación del contrato colectivo firmado por la C.T.M y C.R.O.M con la Asociación de Agricultores, por las graves violaciones a nuestros derechos laborales y humanos.

 2._Que se respete el derecho de antigüedad.

 3._Que todos los trabajadores estén afiliados al IMSS desde el primer día de su ingreso a una empresa a prestar su servicio para que tengan servicio médico con su dependientes.

 4._Que se paguen todas prestaciones de ley a los trabajadores, séptimo día y festivos.

 5._Que se pague las horas extras doble y triple.

 6._Que a las madres trabajadoras se le respete sus derechos, de seis semanas antes y seis semanas después del parto.

 7._Que a los hombres que vayan a ser papa se les otorgue los 5, días correspondientes con goce de sueldo.

 8._No más tolerancia al acoso sexual por parte de los mayordomos de cuadrilla, o mayordomos generales y o ingenieros encargados de los ranchos.

 9._No represalia en contra de los trabajadores que están participando directo o indirecto a este evento.

 10._Que el salario mínimo estatal sea de $300.00 m.n. por día.

 11._Que se pague a $30.00 pesos m.n. por caja de fresa ya que desde el año de 2001 se está pagando a $10.00 pesos y a $12.00 pesos. y los domingos, días festivos se paguen doble.

 12._Que se pague a $17.00 pesos m.n. por jarras de mora, y los domingos, días festivos se paguen doble.

 13._Que las cubetas de tomate se paguen a $8.00 pesos m.n.


 14._De igual el resto de lo que se produce, en Baja California se dé un pago justo, para una buena convivencia social entre los trabajadores y patrón.

martes, 3 de febrero de 2015

¿Qué es lo que queda por hacer? El fin del #Ayotzi trend topic y la nueva ola represiva del gobierno mexicano.


¿De qué sirven las organizaciones revolucionarias
si se deja morir el espíritu revolucionario?
¿Para que la libertad de propaganda,
si ya no se propaga lo que se piensa?
Malatesta.

La rebelión iniciada a raíz de los acontecimientos de la desaparición de normalista de Ayotzinapa ha caído en un impasse que puede o no encenderse de un momento a otro ante la primera falla del sistema político mexicano.

No obstante, resulta interesante realizar un balance sobre los acontecimientos de los últimos días, sobre la tendiente domesticación de la protesta, y la nueva embestida autoritaria del gobierno mexicano.

Lo anterior es importante, ya que generalmente la dinámica de la presente lucha social no permite el análisis, mucho menos la reflexión acerca de los recursos y movimientos efectuados en este proceso. 

A menudo son los sectores de la intelectualidad reformista, de las redes ciudadanistas o los medios contra-informativos quienes modulan la opinión del movimiento social; sin embargo, fue en pocas ocasiones -y me refiero al proceso Ayotzinapa-, cuando fueron los propios rebeldes quienes se dotaron de las herramientas necesarias para realizar un análisis y una crítica que permitiera la auto clarificación de su propia actividad.



Si bien en los inicios de la misma, las posiciones de quienes se lanzaron a la lucha variaban entre una franca ruptura (sabotajes, piquetes carreteros, ataques directos a la propiedad pública y privada, ocupaciones, etc.) y un ciudadanismo (nueva constituyente, congresos ciudadanos, no violencia mesiánica y abstracta, etc.), en realidad en ciertas regiones es realmente imposible delimitar ambas tendencias y sobre todo alcanzar a vislumbrar de manera concreta el aprendizaje obtenido de la lucha social.



Existe la percepción de que la rebelión ha traído un fruto interesante, que fue el articular un movimiento que transitó de la experiencia contestataria a una intuición precariamente libertaria. No podemos aun asegurar hasta qué punto este movimiento pueda concretarse en ideas liberadoras hacia el futuro, aun hiede a ciudadanismo en ciertos grupos y reuniones; sin embargo, es el deber de las minorías activas revolucionarias el acercar y ayudar en la auto clarificación política-ideológica de los individuos que han permanecido agrupados, incluso pasando por encima de las posiciones demócratas liberales de algunos de los participantes “clasemedieros” del movimiento.

Son las organizaciones anarquistas revolucionarias las llamadas a provocar la autoclarficación de las clases subalternas y su organización de base, no para la gestión de la miseria actual, si no para provocar por un lado la revuelta y por el otro la organización inmediata de situaciones cotidianas autogestivas y anti jerárquicas.

Para esto, es nuestro deber prever los flujos de la actual guerra social, develarla hasta hacerla visible en la vida de las clases subalternas, y no limitarnos a meras cuestiones de auto-referencialidad y afirmación de la identidad  del “anarquista”, como si la anarquía fuera cuestión de una vulgar afirmación existencial en el extenso mercado identitario.

Esto resulta vital, dado que en la actualidad la mayoría de la honorable ciudadanía ha perdido la indignación y ha dejado de asistir a las concurridas manifestaciones ante el primer signo de que la revuelta se generalizaba. Como bien dijo una voz al sur del país, muchos abandonaron el barco ante el primer vidrio roto, nosotros pensamos que otros más lo hicieron ante el fuego transmutador que amenazaba con extenderse por los rincones del país, pero sobre todo que la  mayoría lo hizo ante el miedo de perder su preciado estilo de vida civilizado. Esto evidencia que incluso la rebelión, se vende como una más de las mercancías ideológicas que oferta el capital-espectáculo.


La moda de la rebelión ha pasado y el gobierno con sus tecnócratas que actúan bajo la lógica de los algoritmos y la teoría de juegos, lo saben a la perfección, no es casualidad que a un día de haber pasado los cuatro meses de la desaparición de los normalistas el gobierno mexicano haya dado “oficialmente” carpetazo al caso. Han tenido ya, el tiempo suficiente para acompañar el proceso de la lucha y para introducir la ideología de la no violencia y de la protesta por vías institucionales.

Tampoco es casualidad que se utilice una tragedia como la explosión en el materno infantil en Cuajimalpa, para tratar de moldear la opinión pública y dar legitimidad a los cuerpos represivos del Estado mexicano. Tampoco es casualidad que a cuatro meses se realice un despliegue de fuerzas federales por los cuatro rincones del país, y se efectúen las primeras detenciones y actos represivos mediatizados frente a los intentos de una nueva ola abiertamente antagonista.

Asistimos al intento del gobierno mexicano de legitimar sus instituciones principalmente ante la sociedad civil y esto lo hará en los subsiguientes actos cívico-políticos, aprovechando también las tragedias para reposicionar sus aparatos represivos. De igual modo, utilizará el aislamiento en el que ha caído la lucha social para realizar un cerco mediático y favorecer así, frente a la opinión pública, los actos abiertamente represivos sobre quienes quisieran provocar una nueva ruptura contra el sistema.

Muchas propuestas surgidas al calor de la lucha quedan en el aire y es incierta su concreción, desde una nueva constituyente hasta la instauración de consejos y organismos de autogobierno; lo cierto es, que es más probable que un nuevo “trend topic” llame la atención del gran público hacia las luces destellantes de la simulación, antes de que estos objetivos lleguen a madurar en la conciencia de las clases subalternas mexicanas.

Sea como sea, debemos estar alertas e identificar los signos de los tiempos, prever la progresiva precarización que se está efectuando -incluso en la frontera-, a partir de la aplicación de las políticas neoliberales; las características violentas que toma la protesta generalmente cuando viene desde abajo; la paulatina pérdida de status de las clases profesionistas; etc.

La guerra social no ha terminado, el gobierno mexicano y los capitalistas que progresivamente acumulan más riquezas a costa de la tragicomedia nacional, se encuentra cada vez más dispuestos a quitarse el velo de su natural carácter represivo, mientras los signos de ruptura crecen proporcionalmente al nivel de la alienación del ciudadano promedio y normalizado.

Lo cierto, es que la democracia confunde al espíritu del hombre y la mujer, por consiguiente, la resolución de este conflicto ontológico en muy poco o en nada compete a la colectividad; porque cuando la moda de la rebelión arrastra hasta a las almas más refractarias hacia su domesticación, ¿qué es lo queda entonces por hacer ?


                                                
        



jueves, 15 de enero de 2015

Asistencialismo, violencia del Estado.

Como cultura en nuestro país, la asistencia social ha tenido siempre un papel muy importante, desde la práctica inmediata, es decir, la acción misma de acudir a recibir la ayuda ofrecida, hasta la reproducción de una idea paternalista hacia el Estado, la espera del padre proveedor y solucionador, promoviendo una supuesta incapacidad de la sociedad para tomar decisiones, limitando nuestra propia libertad.

La asistencia social no es más que otra forma de violencia de bajo impacto por parte del gobierno, y la manera en que lo hace asegura su existencia, pues la idea de Estado, donde la sociedad civil es regulada en todos sus aspectos, nos envuelve en una miseria creada despiadadamente por un grupo en el poder que defiende intereses particulares. El Estado ofrece convenientemente unas migajas al pueblo, perpetuando así un ciclo de explotación, manteniendo con ello acallados los conflictos que se generan y que hacen ruido, haciéndolos pequeños, lo suficiente para que el pueblo no se organice.

Primeramente nos debe quedar claro que las condiciones de desigualdad, pobreza y exclusión social, son condiciones creadas por el gobierno opresor que no busca la solución sino mantener la situación para beneficio propio. El proteccionismo de supranacionales, la dinámica global, la interdependencia económica y la complejidad del sistema social, condicionan realmente lo que en el modelo económico dominante llaman Bienestar Social, donde los gastos sociales son rechazados por no generar riqueza.

El mayor problema de los programas asistenciales es la dependencia que generan, ya que en este falso proyecto lo que se busca es la constante ilusión de solución a las necesidades, y realmente no se genera una visión holista del o los grupos a quienes van dirigidos, tales programas se encuentran llenos de corrupción y robo descarado –Como lo ocurrido en SEDESOL, con Rosario Robles, donde se terminaron vendiendo las despensas- y terminan en el fracaso –como Progresa, Procampo, Produce, etc.- .

El discurso oficial evoca a una falacia que promueve el Estado de Derecho, cuando realmente es un Estado asistencial, donde al trabajador, siendo la principal fuerza económica y la mayor fuerza de transformación, no se le puede garantizar su derecho al trabajo, y se vuelve necesario asistirlo en vivienda, educación, alimentación, salud, manteniéndolo en constante dependencia en una relación de poder asimétrica de arriba hacia abajo con las diferentes instituciones encargadas de realizar las políticas de subsidio e inclusión.


El mejor ejemplo de un sistema perfecto asistencial, es el esclavismo. Donde los dueños eran los encargados de dar solo un poco a los esclavos, apenas para ponerse en pie y seguir trabajando. En la actualidad, la distribución de la riqueza con la que cuenta nuestra tierra sigue siendo asunto de unos pocos, y hemos legitimado que la proporción más pequeña sea para el pueblo, esclavos al fin de cuenta.

Los más de setenta años del priismo, la alternancia panista  y ahora el gobierno de Peña Nieto, nunca han tenido como propósito la erradicación de la pobreza o la garantía de la educación, sin embargo el adormecimiento de la sociedad a través de programas sociales ha funcionado, manteniéndonos separados, en la constante búsqueda de nuestras propias ¨oportunidades¨, promoviendo el individualismo y estigmatizando toda forma de lucha colectiva.

Pero, el fracaso de su supuesta democracia se vuelve cada vez más evidente, la crisis de credibilidad la buscan solucionar a través de sus medios de comunicación, por eso nos regalan televisores, para seguir manipulándonos, para que el circo continúe aun faltando el pan.


Las calles militarizadas, el secuestro de estudiantes, el asesinato de reporteros, son solo el terror que le tienen a un pueblo informado, consiente, organizado y dispuesto a luchar por mejores condiciones de vida. Un pueblo que ya se dio cuenta que la solución es que se ¨vayan todos¨, no ocupamos más despensas, becas a medias, ni subsidios en sus servicios, necesitamos una organización desde las bases de la comunidad.


Dejemos de depender, es hora de organizarnos por una equidad y justicia para todos.

Maldito sea el sentimiento de agradecimiento, es tiempo de morder la mano que da limosna al pueblo.