sábado, 11 de abril de 2015

San Quintín: ¡La Lucha Sigue! (3)... El fin de la "paz" bajacaliforniana.

El proyecto bracero, así como el Proyecto Nacional Fronterizo y el Programa de Industrialización de la Frontera sucesivamente permitieron que desde los 50´s se generara un detonante económico para la región, que se tradujo en oportunidades de empleo y posibilidades de obtener tasas de ganancia generosas para las empresas y pleno empleo para los trabajadores.

Paraíso de la explotación laboral.

En adelante Baja California seria visto por mucha gente del resto del país como una zona de oportunidad no solo de encontrar una vida con mayor “bienestar”, sino también como una oportunidad para brincar a lado norteamericano donde las condiciones y expectativas de vida sobrepasarían por mucho a las obtenidas del lado mexicano.

Estamos hablando de que entre las décadas de los 50´s, 60´s y 70´s, permaneció una dinámica económica que perduró hasta el resto de los 80´s, 90´s y que comenzaría a declinar a principios del nuevo milenio.

Es por todos sabido que la región es productora de energía eléctrica por la Planta Cerro Prieto y La Rosita, además de que en forma eólica se produce en La Rumorosa, energía que en su mayoría tiene como destino el uso comercial y doméstico en el estado norteamericano de California.

Extractvismo y despojo desde antes del neoliberalismo.

Paradójicamente la ciudad de Mexicali con altas temperaturas y con exigencia de uso obligado de aire acondicionado y refrigeración de todo tipo, es una de las ciudades con más alto precio por kilowatt.

Es curioso que incluso el narcotráfico haya sido un factor de la bonanza político económica que vivió la región hasta finales de los 90´s. Incluso dicha bonanza neoliberal experimentada en la propia Baja California logro desarticular lo que un día fueron movimientos sociales con extensión en el resto del país, me refiero al Movimiento Urbano Popular, la Liga 23 de Septiembre, y otras organizaciones que en su momento quedaron absorbidas en el Pri Gobierno y posteriormente opacadas en la época Panista.

No debemos olvidar que Baja California ha sido un bastión del panismo empresarial e incluso dominan desde hace mucho no solo la infraestructura universitaria sino también en las conciencias estudiantiles que viven en su mayoría apabulladas por el consumismo imperante en la zona y la enajenación que parece ser mayor entre más cerca te encuentres de los Estados Unidos.

Elorduy: cacique panista de Baja Calilfornia.

Recordemos que Baja California fue el primer estado entregado a un gobernador panista, Ernesto Ruffo Appel, por el desde entonces presidente Carlos Salinas de Gortari.

Sin embargo la bonanza de la que hablábamos se vendría abajo al mismo tiempo que la burbuja especulativa de los Estados Unidos en 2008, echando abajo proyectos tan ambiciosos como el Puerto de Punta Colonet en Ensenada y el Silicon Border en Mexicali, dos grandes proyectos que significaban grandes negocios para las elites locales.

A partir de entonces lo que un día fue una zona de tolerancia fiscal, sería  insostenible para el gobierno federal ante un país en el que se necesitaban serias reformas para reestructurar el sistema jurídico y por consecuencia el económico.

En la actualidad no existen más zonas de tolerancia fiscal en el estado, el pequeño comercio se encuentra en franca retirada ante las cadenas nacionales e internacionales y la propiedad de la tierra en los minifundios establecidos por Lázaro Cárdenas se han ido paulatinamente transformando en latifundios después de las reformas al 27 realizadas por Salinas, generalmente en manos de consorcios extranjeros o vendidas ante la caótica expansión urbana de los distintos municipios de Baja California.

Contrario a lo que se piensa, en Baja California existe un desequilibrio económico marcado por altos porcentajes de la población en marginación y en condiciones de precariedad. Un alto porcentaje labora en la maquila, otro tanto en el comercio y otro más en los campos, aunque en este último en su mayoría son espacios destinados a la migración interna del país, principalmente de personas provenientes de Oaxaca, Guerrero y Chiapas.

La mayoría de los jornaleros viven en condiciones de esclavitud.

Entre las clases subalternas prevalecen los bajos salarios y estilos de vida contradictorios que estriban entre nulo acceso a servicios dignos de salud y vivienda, entre otros y acceso a consumo tecnológico como televisión de paga, celular e internet.

Además culturalmente la sociedad bajacaliforniana en general se encuentra permeada por estilos de vida que ridículamente intentan copiar del modo californiano, y prevalece la opinión de que nuestra condición es totalmente distinta a la del resto del país.

UABC: templo del pensamiento acrítico y quejumbroso y de la pasividad.

Esta percepción ha ido modificandose a partir del 2012 y sobre todo ante los primeros efectos de las reformas estructurales del gobierno de Peña Nieto, tiende a transformarse en pequeños espacios y sobre todo en el ámbito de las redes sociales y las micro resistencias y movimientos que como el de San Quintín han surgido en los últimos meses. Ayotzinapa ha sido como en el resto del país un detonante en esta situación.

El nacimiento del movimiento autónomo.
Se manifiesta la solidaridad como parte del instinto revolucionario de la multitud.

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